viernes, 11 de septiembre de 2020

Morfología del español (clases de palabras).-

           Para llevar a cabo una clasificación de las palabras en distintas clases nos hemos de fijar tanto en su composición morfológica, es decir, con qué clase de morfemas se combinan, como en su comportamiento sintáctico, esto es, con qué otras palabras se relacionan y cómo. Teniendo esto en cuenta diferenciaremos, en primer lugar, un grupo de ocho clases de palabras en las que podemos identificar un lexema: sustantivo, pronombre, adjetivo, adverbio, verbo, infinitivo, participio y gerundio. Un segundo grupo lo formarían aquellas palabras que no presentan lexema, sino que son morfemas: artículo, preposición y conjunción.

Sustantivo [lexema + género + número + (artículo)].-

Las palabras pertenecientes a esta clase son el resultado de la combinación de un lexema y los morfemas de género y número, como “gato”. No hay que olvidar, sin embargo, que algunos sustantivos del español constan de dos lexemas (las llamadas palabras compuestas), como “parachoques”; y que muchos otros constan también de morfemas derivativos (prefijos, infijos y sufijos), como “librería”, “disgusto”, etc. Habitualmente, los sustantivos suelen ir precedidos de artículo (el, la, lo, los, las) o de un adjetivo determinativo, como “algún libro”, “ese libro” o “mi libro”.

Pronombre [lexema + género + número + persona + caso].-

El pronombre es el resultado de la combinación de un lexema y de los morfemas de género, número, persona y caso. Este último morfema sólo lo encontramos en los pronombres personales, y se utiliza para indicar que una misma palabra cambia su forma según la función sintáctica que realice. De este modo, el pronombre personal de primera persona singular tendrá la forma “yo” cuando realice la función sintáctica de sujeto, pero la forma “me” cuando desempeñe las de complemento directo o indirecto.

El pronombre se caracteriza por realizar las mismas funciones sintácticas que el sustantivo.

De acuerdo con su significado (esto es, semánticamente) podemos distinguir las siguientes clases de pronombres: los ya mencionados personales (“yo”, “tú”, “él”, “nosotros”, “le”, “les”, “lo”, “la”, “los”, “las”, “se”, “sí”, “mí”, “me”, etc.); los demostrativos, cuyas formas coinciden con las de los adjetivos del mismo nombre y que se distinguen de éstos por no depender de un sustantivo (“este”, “ese”, “aquel”, “esto”, “eso”, etc.); los indefinidos, de los cuales algunos coinciden en la forma con los adjetivos del mismo nombre (“uno”, “alguno”, “nada”, “nadie”, “alguien”, “algo”, etc.); los numerales, que, como los anteriores, tienen la misma forma que sus adjetivos homónimos (“dos”, “trece”, etc.); los relativos (“que”, “quien”, “cúyo”); y los interrogativos-exclamativos, cuyas formas coinciden con los adjetivos de su mismo nombre (“qué”, “quién”, “cuáles”, etc.).

Una característica fundamental que diferencia al pronombre del sustantivo es que el primero no se puede combinar con el artículo. Así, en las siguientes oraciones una misma palabra debe identificarse como pronombre en una y como sustantivo en la otra:

A. “Tres llegaron tarde” > pronombre.

B. “Los tres llegaron tarde” > sustantivo.

Adjetivo [lexema + género + número].-

El adjetivo es el resultado de la combinación de un lexema y de los morfemas de género y número. Siempre depende de un sustantivo, con la única excepción de aquellos casos en los que el adjetivo realiza las funciones sintácticas de atributo o de predicativo, dependiendo entonces, además, del verbo.

Podemos dividir el adjetivo en dos grandes grupos: determinativos y calificativos. Dentro de los primeros podemos distinguir las siguientes clases: demostrativos (“este”, “ese”, “aquel”, “esta”, “esa”, “aquella”, etc.); posesivos (“mi”, “tu”, “su”, “nuestro”, “vuestro”, “suyo”, etc.); indefinidos (“mucho”, “mucha”, “algún”, “alguna”, “uno”, “una”, etc.); numerales (“uno”, “dos”, “primero”, “segundo”, “undécimo”, etc.); e interrogativo-exclamativos (“qué”, “cuál”, “cuánto”, “cuánta”, etc.).

Los adjetivos determinativos constituyen listas cerradas, es decir, hay una número de formas limitado, sin que sea posible el aumento o disminución de las mismas. Es necesario también recordar que la aparición de un adjetivo de este tipo impide la aparición del artículo: “algunas casas”, “un coche”, “mis notas”, etc. No es posible decir *“las algunas casas”, *“el un coche”, *“las mis notas”.

El adjetivo calificativo se diferencia del determinativo por constituir una lista abierta, esto es, siempre es posible que aumente el número de adjetivos calificativos con nuevas creaciones de los hablantes. Este tipo de adjetivos permite siempre la inclusión de un artículo o de un adjetivo determinativo: “nieve blanca”> “la nieve blanca” o “esta nieve blanca”.

También es posible clasificar los adjetivos calificativos de acuerdo con su forma de incidir sobre el sustantivo al que acompañan. Podemos distinguir los explicativos, que afectarían al conjunto de elementos designado por el sustantivo (“los sufridos trabajadores”, que quiere decir que todos los trabajadores son sufridos), de los especificativos, que se referirían a una parte del grupo designado por el sustantivo (“los trabajadores sufridos”, que segrega del grupo de los trabajadores a aquéllos que son sufridos). No podemos dejar de mencionar aquí a un conjunto especial de adjetivos calificativos, los llamados epítetos, que identifican a aquéllos que expresan una cualidad inherente al sustantivo sobre el que inciden, como “la nieve blanca” o “el carbón negro”.

Adverbio [lexema].-

Esta clase de palabras carece de morfemas gramaticales o, lo que es lo mismo, es invariable. Los adverbios están constituidos por un lexema y, en ocasiones, por morfemas derivativos (como el sufijo “-mente”, que ha servido en español para crear numerosos adverbios a partir de las formas femeninas de los adjetivos: “bella-mente”, “buena-mente”, etc.). Otra característica del adverbio que nos permitirá su identificación es el que depende siempre de un verbo, un adjetivo u otro adverbio. De hecho encontraremos adverbios especializados en incidir sobre el verbo, como “ahora”, “aquí”, etc., frente a otros que sólo actúan sobre adjetivos o adverbios, como “muy”, “tan”, etc.

Podemos realizar una clasificación del adverbio de acuerdo con su significado. Diferenciaríamos así las siguientes clases: lugar (“aquí”, “ahí”, “allí”, “arriba”, “delante”, “lejos”, etc.), tiempo (“hoy”, “ayer”, “ahora”, “mañana”, “siempre”, “ya”, “jamás”, etc.), modo (“bien”, “mal”, “así”, “despacio”, etc.), cantidad (“más”, “mucho”, “casi”, “bastante”, etc.), afirmación (“sí”, “cierto”, “también”, etc.), negación (“no”, “nunca”, “tampoco”, etc.) y duda (“acaso”, “quizás” o “quizá”, etc.).

Verbo [lexema + número + persona + tiempo + modo].-

Es ésta una clase de palabras fácilmente identificable puesto que posee morfemas ajenos a todas las demás. El verbo es una palabra que resulta de la combinación de un lexema y de los morfemas de número, persona, tiempo y modo; los dos últimos sólo los encontramos en el verbo.

En español es el verbo el núcleo de la oración o, dicho de otro, el elemento del que dependen las demás palabras. Su conjugación se organiza en tres grandes modelos llamados primera (infinitivo en “-ar”, como “amar”), segunda (infinitivo en “-er”, como “temer”) y tercera (infinitivo en “-ir”, como “partir”) conjugaciones. Los verbos que se ajustan a estos modelos se denominan regulares, pero hay no pocos verbos en español que se apartan en algunas formas del modelo; a éstos se les llama irregulares (como “ir”, “decir”, “ver”, “hacer”, etc.).

Los verbos pueden clasificarse en dos grandes grupos: 1)predicativos, que son los que son susceptibles de combinarse con complemento directo (o, mejor, no se combinan con la función atributo), como “vivir”, “saltar”, “correr”, etc.; es este el grupo al que pertenecen casi todos los verbos del español. 2)Copulativos, verbos que se construyen con atributo y constituyen un pequeño grupo: “ser”, “estar”, “parecer”, “semejar”, “resultar” y “quedar”.

Infinitivo [lexema + ar, er, ir].-

El infinitivo es una clase de palabras que, como las dos siguientes, se suele denominar “forma no personal” del verbo, pero que en realidad es una suerte de mezcla de verbo y sustantivo.

            Morfológicamente se caracteriza por estar constituido por un lexema y los morfemas “-ar”, “-er” o “-ir”. Sintácticamente se comporta como un sustantivo, pero los elementos que pueden depender de él son los mismos que pueden depender de un verbo.

Participio [lexema + ad, id + género + número].-

Esta clase de palabras comparte características verbales y adjetivas. Está formado por un lexema, los morfemas “-ad-”, “-id-”, y los morfemas de género y número. Como el verbo, presenta formas regulares (como “llegado”, “temido”, “vivido”, etc.) e irregulares (como “hecho”, “roto”, etc.). Junto con el verbo “haber” conjugado forma los tiempos compuestos verbales y, en este caso, no varía: “he llegado”, “habían ido”, “haya negado”, etc. Como el adjetivo, puede incidir sobre un sustantivo y es entonces variable en género y número, para concordar con el mencionado sustantivo: “los trabajos acabados”, “la carta recibida”, etc.


Gerundio [lexema + ando, iendo].-

Como los dos anteriores, comparte características del verbo y, en este caso del adverbio. Su forma es resultado de la unión de un lexema y los morfemas “-ando” o “-iendo”. Como el adverbio, es invariable. Como el verbo, los elementos que de él dependen son los mismos que pueden depender de un núcleo verbal (como sujeto, complemento directo, etc.).

Artículo.-

            En español hay cinco artículos: ‘el’, ‘lo’, ‘la’, ‘los’ y ‘las’. Lo más habitual es que precedan a un sustantivo.

Elementos de relación (preposiciones y conjunciones).-

Los elementos de relación carecen de lexema. Sin embargo es necesario conocerlos pues el hablante necesita usarlos continuamente para construir oraciones. Podemos distinguir dos grandes grupos: 1)preposiciones: se utilizan para subordinar un elemento a otro. En español existen las siguientes preposiciones: “a”, “ante”, “bajo”, “cabe”, “con”, “contra”, “de”, “desde”, “en”, “entre”, “hacia”, “hasta”, “para”, “por”, “según”, “sin”, “so”, “sobre” y “tras”.

2)Conjunciones: sirven para unir elementos de la misma importancia, sean éstos palabras u oraciones. Algunas de las conjunciones más habituales en castellano son “y”, “o”, “pero”, “mas”.