A
diferencia de las preposiciones y conjunciones, aquí nos vamos a
referir también a elementos que no solo subordinan un SV a un núcleo
(verbal, nominal, adjetivo o adverbial), sino que, en tanto que
sintagmas ellos mismos, realizan una función sintáctica.
Los
relativos.-
El
más usado es sin duda el pronombre que (que2),
como en “El periodista que tú conoces es muy ingenuo”; pero
también encontraremos adverbios relativos como donde y como:
“Esa es la casa donde nací” o “El modo como trata estos
asuntos no me parece correcto”; el cual (y sus variantes de
género y número) que en ocasiones equivale al que relativo:
“Estuvo esperando a Pedro, el cual [que] llegó tarde”; en otros
casos parece equivaler a quien, como en “Saludé a tu primo,
al cual [a quien (referido a personas), al que (referido a objetos)]
vi cansado”; el pronombre quien/es (equivalente siempre a
“artículo + que”) (nunca se construye con artículo):
“Esta es la chica de quien tanto hablaba tu hermano”; cuyo/a/s,
adjetivo relativo como en “La finca cuya propiedad se discute es
enorme”.
Elementos
que introducen subordinadas sustantivas.-
Los
elementos utilizados para introducir este tipo de subordinadas son
los siguientes: 1) la conjunción subordinante que (que1): “Le
disgustó que le llamaran tan temprano”; 2) el pronombre relativo
quien: “Quien afirma eso miente como un bellaco”; 3) el
llamado si no condicional: “Le pregunté si sabía lo de su
vecina”; 4) los interrogativo-exclamativos como quién,
cómo, cuándo, qué, cuánto, dónde:
“Le preguntó quién era”, “No sabe cómo llegó allí”,
“Ignoraba cuándo debía hablar”; y 5) el llamado estilo directo,
es decir, cuando en el texto se reproduce lo expresado por un
hablante, como en “El médico dijo: Su salvación sería un
milagro”.
Elementos
que introducen subordinadas adverbiales.-
Hablaremos
de “subordinadas adverbiales de lugar”, sustituibles por un
adverbio de lugar como “allí”. Pueden ir precedidas o no de
preposición y suelen utilizar como transpositor el adverbio donde:
“Fuimos donde nos dijiste” (“allí”); “Fuimos por donde nos
dijiste” (“por allí”). “De tiempo”, sustituibles por un
adverbio de tiempo como “entonces”. En general, recurren al
adverbio cuando como transpositor: “Cuando vengan
celebraremos la fiesta” (“entonces”). “De modo”,
sustituibles por el adverbio “así”. Los transpositores usados
son, sobre todo, el adverbio como y según y conforme:
“Trabaja como puede”; “Vive según le enseñaron”; “Actuó
conforme dictan las normas” (“así”).
Subordinadas causales:
como su nombre expresa, significan causa y funcionan, en general,
como CC. Las conjunciones y locuciones conjuntivas que introducen
este tipo de subordinadas son porque, ya que, puesto
que, a causa de que, dado que, etc. Así, “Llegó
tarde porque se entretuvo en la biblioteca”.
Subordinadas finales:
expresan la intención o el propósito de algo. Utilizan como
elemento subordinante las locuciones conjuntivas para que, a
fin de que, al objeto de que, etc. Por ejemplo, “Tenía
que trabajar para que le dejasen leer”.
Subordinadas
condicionales: en el caso de este tipo de subordinadas, se entiende
que estamos ante dos unidades diferenciadas, la llamada prótasis,
que coincide con la oración subordinada y expresa una situación
hipotética, y la apódosis, que es la denominada oración
principal y expresa un hecho cierto en el caso de cumplirse lo
expresado por la prótasis. Los elementos encargados de introducir
este tipo de oraciones son si (generalmente), a condición
de que, cuando y como. De este modo, “Si
estudias lo necesario aprobarás esta asignatura”.
Subordinadas concesivas:
al igual que en el caso anterior, nos solemos referir a la oración
subordinada como prótasis, y a la principal como apódosis.
La primera expone un hecho real (en indicativo) o hipotético (en
subjuntivo), y la segunda expresa una idea opuesta a la esperable:
“Aunque está lloviendo saldré a pasear” / “Aunque estuviera
lloviendo saldría a pasear”. Este tipo de subordinadas son
introducidas por aunque, si bien, aun cuando,
aun si, etc.
Subordinadas
comparativas: no es habitual que encontremos este tipo de
subordinadas en los textos ya que, en general, el verbo de la
subordinada no suele comparecer para evitar una repetición que se
siente como innecesaria: “Hoy hemos jugado más tiempo que ayer”
/ “Hoy hemos jugado más tiempo del que jugamos ayer”. Su
estructura se ajusta a la del grado comparativo.
Subordinadas
consecutivas: este tipo de subordinadas se sienten más que como
tales como oraciones coordinadas. Son introducidas por que y
aparecen vinculadas a un cuantificador de la oración anterior,
aunque, sintácticamente, dependen del elemento cuantificado
(sustantivo, adjetivo, adverbio o verbo). Ejemplos: “Tiene tanto
trabajo que no aparece por casa”; “Estaba tan cansado que me
quedé en casa”; “Salió tan deprisa que no nos vio”; “Llovió
tanto que se inundaron los locales comerciales”.
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