jueves, 23 de marzo de 2017

Otros elementos subordinantes.

A diferencia de las preposiciones y conjunciones, aquí nos vamos a referir también a elementos que no solo subordinan un SV a un núcleo (verbal, nominal, adjetivo o adverbial), sino que, en tanto que sintagmas ellos mismos, realizan una función sintáctica.

Los relativos.-
El más usado es sin duda el pronombre que (que2), como en “El periodista que tú conoces es muy ingenuo”; pero también encontraremos adverbios relativos como donde y como: “Esa es la casa donde nací” o “El modo como trata estos asuntos no me parece correcto”; el cual (y sus variantes de género y número) que en ocasiones equivale al que relativo: “Estuvo esperando a Pedro, el cual [que] llegó tarde”; en otros casos parece equivaler a quien, como en “Saludé a tu primo, al cual [a quien (referido a personas), al que (referido a objetos)] vi cansado”; el pronombre quien/es (equivalente siempre a “artículo + que”) (nunca se construye con artículo): “Esta es la chica de quien tanto hablaba tu hermano”; cuyo/a/s, adjetivo relativo como en “La finca cuya propiedad se discute es enorme”.

Elementos que introducen subordinadas sustantivas.-
Los elementos utilizados para introducir este tipo de subordinadas son los siguientes: 1) la conjunción subordinante que (que1): “Le disgustó que le llamaran tan temprano”; 2) el pronombre relativo quien: “Quien afirma eso miente como un bellaco”; 3) el llamado si no condicional: “Le pregunté si sabía lo de su vecina”; 4) los interrogativo-exclamativos como quién, cómo, cuándo, qué, cuánto, dónde: “Le preguntó quién era”, “No sabe cómo llegó allí”, “Ignoraba cuándo debía hablar”; y 5) el llamado estilo directo, es decir, cuando en el texto se reproduce lo expresado por un hablante, como en “El médico dijo: Su salvación sería un milagro”.

Elementos que introducen subordinadas adverbiales.-
Hablaremos de “subordinadas adverbiales de lugar”, sustituibles por un adverbio de lugar como “allí”. Pueden ir precedidas o no de preposición y suelen utilizar como transpositor el adverbio donde: “Fuimos donde nos dijiste” (“allí”); “Fuimos por donde nos dijiste” (“por allí”). “De tiempo”, sustituibles por un adverbio de tiempo como “entonces”. En general, recurren al adverbio cuando como transpositor: “Cuando vengan celebraremos la fiesta” (“entonces”). “De modo”, sustituibles por el adverbio “así”. Los transpositores usados son, sobre todo, el adverbio como y según y conforme: “Trabaja como puede”; “Vive según le enseñaron”; “Actuó conforme dictan las normas” (“así”).
Subordinadas causales: como su nombre expresa, significan causa y funcionan, en general, como CC. Las conjunciones y locuciones conjuntivas que introducen este tipo de subordinadas son porque, ya que, puesto que, a causa de que, dado que, etc. Así, “Llegó tarde porque se entretuvo en la biblioteca”.
Subordinadas finales: expresan la intención o el propósito de algo. Utilizan como elemento subordinante las locuciones conjuntivas para que, a fin de que, al objeto de que, etc. Por ejemplo, “Tenía que trabajar para que le dejasen leer”.
Subordinadas condicionales: en el caso de este tipo de subordinadas, se entiende que estamos ante dos unidades diferenciadas, la llamada prótasis, que coincide con la oración subordinada y expresa una situación hipotética, y la apódosis, que es la denominada oración principal y expresa un hecho cierto en el caso de cumplirse lo expresado por la prótasis. Los elementos encargados de introducir este tipo de oraciones son si (generalmente), a condición de que, cuando y como. De este modo, “Si estudias lo necesario aprobarás esta asignatura”.
Subordinadas concesivas: al igual que en el caso anterior, nos solemos referir a la oración subordinada como prótasis, y a la principal como apódosis. La primera expone un hecho real (en indicativo) o hipotético (en subjuntivo), y la segunda expresa una idea opuesta a la esperable: “Aunque está lloviendo saldré a pasear” / “Aunque estuviera lloviendo saldría a pasear”. Este tipo de subordinadas son introducidas por aunque, si bien, aun cuando, aun si, etc.
Subordinadas comparativas: no es habitual que encontremos este tipo de subordinadas en los textos ya que, en general, el verbo de la subordinada no suele comparecer para evitar una repetición que se siente como innecesaria: “Hoy hemos jugado más tiempo que ayer” / “Hoy hemos jugado más tiempo del que jugamos ayer”. Su estructura se ajusta a la del grado comparativo.

Subordinadas consecutivas: este tipo de subordinadas se sienten más que como tales como oraciones coordinadas. Son introducidas por que y aparecen vinculadas a un cuantificador de la oración anterior, aunque, sintácticamente, dependen del elemento cuantificado (sustantivo, adjetivo, adverbio o verbo). Ejemplos: “Tiene tanto trabajo que no aparece por casa”; “Estaba tan cansado que me quedé en casa”; “Salió tan deprisa que no nos vio”; “Llovió tanto que se inundaron los locales comerciales”.

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